El Ayuntamiento de Ontinyent ha procedido a adjudicar las obras de la II fase del proyecto "Caminos Escolares Seguros", para fomentar que el alumnado vaya a pie a la escuela. La concejala de Sostenibilidad, S. Gandia, recordaba que es una iniciativa aprobada por el Consejo de Medio Ambiente a propuesta del colectivo Ontinyent en Bici, y puesta en marcha desde el Ayuntamiento para desarrollar una red de itinerarios seguros en los centros educativos. Previamente a esta puesta en marcha, se realizó un estudio previo por parte del Ayuntamiento en colaboración con los centros escolares.
La concejala explicaba que es una propuesta “que pretende favorecer una movilidad sostenible, saludable y segura de los niños y niñas en edad escolar, facilitando y promoviendo una red de itinerarios seguros con un diseño identificativo propio para desplazarse de forma segura y autónoma desde de casa en la escuela”. El plan de trabajo previsto incluyó en la I fase la participación de 6 colegios de primaria: La Solana, Bonavista, La Milagrosa, Santa María, Luis Vives y La Pureza de María, con ayuda de la Generalitat valenciana. Ahora, la II Fase extenderá el plan a los colegios Martínez Valls, Vicente Gironés, Carmelo Ripoll, la Concepció y Sant Josep, además del Conservatorio Profesional de Música.
El proyecto adaptará el camino escolar para cada centro con propuestas técnicas y actuaciones enfocadas a reducir la velocidad de circulación, mejorar la visibilidad en los cruces, y dar continuidad y confort a los itinerarios de personas que se desplazan de forma sostenible, atienden a las características urbanas de cada entorno escolar o barrio.
Las obras de esta segunda fase tendrán un coste aproximado de 76.000 euros, contando con una subvención de 29.250 euros del Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (IVACE). Con esta actuación se suministrará e instalará elementos que incluyen 73 módulos de cierre metálico de estructura reforzada; 105 metros de vallas con tablas de madera; 83 pilones fijos; 36 banquetes anclados; 16 sillitas; 21 dispositivos de estacionamiento de bicicletas; o 10 de estacionamiento de patinetes; entre otros. Los espacios seguros serán delimitados con pintura horizontal en distintos colores; y se plantarán más de 40 ejemplares de diversas plantas como elementos de jardinería.
Gandia ponía de relieve el carácter participativo de este proyecto, “al que es fundamental la participación y coordinación de todas y todos, profesorado, AMPAS, alumnado, Ayuntamiento y vecindario, para visibilidad y potenciar entre todas y todos los modos de transporte no motorizados involucrando a los niños y niñas”.
Emparejado a este objetivo general existen otros específicos, como fomentar el conocimiento del entorno; identificar las problemáticas de movilidad en el itinerario hacia la escuela; incentivar un trabajo educativo sobre movilidad y salud; reflexionar sobre el cambio climático y la calidad del aire en relación con los hábitos de movilidad; y trabajar en equipo para tejer redes entre los distintos actores involucrados: los equipos educativos, alumnado, ampas, ayuntamiento y comercios locales.