Es una de las informaciones que explica esta semana El Periòdic d’Ontinyent. El nivel de contaminación atmosférica de la ciudad supera en 10 puntos el máximo establecido por ley, según los registros de 2017. La situación de contaminación atmosférica viene determinada, fundamentalmente, por los niveles de ozono troposférico, un gas muy oxidante y que se forma en partir de las emisiones de dióxido de nitrógeno (producto del transporte motorizado, las industrias y las calefacciones, entre otros), así como por los compuestos orgánicos volátiles (disolventes, fugas de vehículos, etc). El valor legalmente establecido es de 18.000 µg/m3·h. En Ontinyent, en 2017 se ha alcanzado valores de 28.823 µg/m3·h.
Los resultados son altamente dañinos para la vegetación, para los cultivos y, lo más preocupante, para la salud de las personas. Las consecuencias son nefastas provocando enfermedades respiratorias y cardiovasculares.