Las quejas que hicieron tanto el Ayuntamiento de Ontinyent, como el Colegio de Abogados, a principios de año, cuando se conoció que la capital del Valle de Albaida perdería el juzgado de violencia machista , han sido escuchadas. Así, esta semana se conocía en la reorganización de la planta judicial valenciana, que aprobaba esta semana el Consejo de Ministros.
En su momento, la Consejera de Justicia, Gabriela Bravo, avanzó que los nuevos juzgados de Ontinyent contarían con servicios específicos de atención a las víctimas de agresiones machistas, por lo que en su día la probabilidad de su supresión no se entendió en la capital del Valle de Albaida. Cuando trascendió la supresión de las competencias judiciales en esta materia, se apuntaba a Xàtiva como la ciudad que unificaría estos juzgados de distintos partidos judiciales.
En la reestructuración que finalmente se ha aprobado es la vecina Xàtiva la que eje maltrecha, ya que se suprimirán las competencias de violencia sobre la mujer que hasta ahora tenían los juzgados de la capital de la Costera y se derivarán los casos a Alzira.