Existe una amenaza evidente por las posibles consecuencias que podría tener un incendio que, procedente de los barrancos o las faldas de la sierra, acabara traspasando a las urbanizaciones de casetas del término de Ontinyent. Lo preocupante es la respuesta que se puede articular ante un fuego que amenazara una zona con alta densidad de casitas como, por ejemplo, la de Santa Ana o Helios.
La lógica reacción de pánico entre los vecinos afectados podría poner en jaque la respuesta organizada. ¿Podrían llegar las dotaciones de bomberos a aquellas zonas que, por lo general, sólo presentan un camino y estrecho, de entrada y salida? ¿Quedarían colapsados estas vías? Y, en caso de que los agentes llegaran a las zonas afectadas, ¿bastaría camiones que apenas pueden trasladar depósitos de agua con 3.500 o 4.000 metros cúbicos, una carga que, previsiblemente, se utilizaría en pocos minutos? El diseminado de Ontinyent sufre la ausencia de una red de hidrantes que garanticen una respuesta eficaz frente a un incendio forestal que se propague a las casetas. No se dispone de una logística que permita conectarse a estos puntos en las dotaciones de bomberos para asegurar el suministro de agua y combatir las llamas con posibilidad de éxito en la extinción. La alternativa actual es un mapa disperso y caótico de piscinas particulares a las que se podría acceder, pero se trata de una solución que algunos expertos consultados califican de "caótica".
La Asociación de Vecinos de la Loma de Santa Ana y Moltó se mostró preocupada por la amenaza y dirigió una instancia al Ayuntamiento de Ontinyent para que se soliciten las ayudas pertinentes de otras administraciones para instalar estos hidrantes o puntos concretos para facilitar la toma de agua de los bomberos en caso de incendio. En el escrito la asociación vecinal incluso identifica estas subvenciones activas. Una de la Conselleria, el Fondo Estratégico Municipal para la Prevención de Inendios y la Gestión Forestal 2025 y otra de la Diputación de Valencia, Gestión Forestal Sostenible. La entidad vecinal también aporta la geolocalización de un futuro hidrante para poder atender a la zona de Santa Ana, barrancos del Portitxol y la Moneda, así como la zona de montaña colindante. Se propone ubicarlo en el Camí Pla de Pons. Pero desde esta asociación se cree que la iniciativa podría extenderse ya que estas ayudas también "podrían ser de utilidad para otras presas en otras urbanizaciones o zonas del diseminado".