No es una simple declaración de futuras intenciones. Ni un objetivo etéreo a largo plazo. Se trata, por el contrario, de un proyecto concreto, tangible y, lo más importante, dotado con una partida presupuestaria de relevancia para este año 2020 y con voluntad política de continuidad en el tiempo.
Ontinyent se ha puesto en el trabajo para trabajar su propia marca como Ciudad Gastronómica. Lo ha hecho de la mano de un grupo de empresarios hosteleros agrupados en AHVAL y con el visto bueno del gobierno municipal.
Esta misma semana ya se llevaba a cabo una sesión de trabajo para exponer las líneas generales del plan y seguir avanzando en su desarrollo. Pero el punto de inflexión está previsto para la primera semana de febrero. Esta semana se creará, previsiblemente, la tercera comisión dentro del Consejo Económico y Social municipal, con un área específica: la hostelería.
Se pretende asignar recursos para la creación de la marca propia de Ontinyent como Ciudad Gastronómica y, de entrada, esa asignación de dinero municipal puede oscilar, en un primer año, entre los 20.000 y los 40.000 euros, según fuentes del propio gobierno local. El alcalde Jorge Rodríguez afirma que “la gastronomía ontinyentina está en auge y ha experimentado un importante crecimiento en los últimos seis años. El objetivo final es que sea un potente motor de atracción turística en la ciudad, acorde con su potencial”.