A finales de marzo de 2011, Ontinyent se unía a la red de municipios españoles que se incluyen dentro del itinerario del Camino de Santiago, un recorrido de más de mil kilómetros que se extiende desde las orillas del Mediterráneo a lo largo de cinco comunidades autónomas. Posiblemente, este hecho haya pasado desapercibido para muchos ontinyentins y ontinyentines e, incluso, para autoridades o clubes deportivos relacionados con la montaña y el senderismo. Lo cierto es que, desde 2011 la capital del Valle de Albaida forma parte del Camino del Alba, que une Xàbia con Almansa, punto en el que conecta con la Ruta de la Lana o el Camino del Sureste y que a su vez enlazan con el Camino Francés, que lleva a Santiago de Compostela.
Pero la ciudad, lejos de aprovechar ese recurso turístico que tanta fama tiene en España y en el extranjero, se ha convertido en un “punto negro” del Camino de Alba. Varios son los factores que convierten el paso de los peregrinos por Ontinyent en una situación de desconcierto, según lo explica Ana Watt, miembro de la junta directiva de la Asociación sin ánimo de lucro 'Xàbia Camino de Santiago', encargada de gestionar la ruta que atraviesa la ciudad. Aunque Watt no quiere que la nuestra sea vista de forma negativa, sí admite que hay muchas cuestiones que se podrían mejorar.
“El peregrino, cuando llega a Ontinyent, se pierde. Hace unos meses contactamos con el consistorio para pedirles que limpiaran la maleza del camino por el que atraviesan los senderistas, han limpiado unos metros pero sigue impracticable. El Ayuntamiento pone interés pero no son efectivos. Además del camino en sí, de la situación de abandono en la que se encuentra un tramo, está el problema de la pernoctación. No hay dónde poder dormir y es prácticamente obligatorio hacer una noche aquí. Hay que tener en cuenta el tramo más largo del Camí de l'Alba es el que une Ontinyent con Fontanars dels Alforins, por lo que parar a descansar una noche en Ontinyent es obligatorio. Ha habido peregrinos que al llegar a la ciudad, han tenido que cambiar sus planes y seguir caminando frente a la imposibilidad de encontrar un hostal donde pasar la noche”.
Los peregrinos que realizan el Camino de Alba salen de Xàbia y pasan por 12 municipios más: Jesús Pobre, El Verger, Pego, Forna, Villalonga, L'Orxa, Beniarrés, Albaida, Agullent, Ontinyent, Fontanars dels Alforins, Fuente de la Figuera y finalizan el camino a Almansa.
En cada una de las etapas, los participantes deben acreditar su paso por la localidad obteniendo el troquel en su pasaporte del peregrino, que en el caso de Ontinyent se consigue en la Oficina de Turismo. "Como esta no siempre está abierta, hay participantes que se quedan sin su sello". Desde septiembre, por la TouristInfo de la ciudad han pasado 4 peregrinos y desde la entidad explican que no es la ruta más popular, como es el caso, por ejemplo, del Camino del Cid, que en un año registra más de medio centenar de participantes por Ontinyent.