A partir de hoy las heladerías podrán volver a abrir al público para ofrecer sus productos. Concretamente ésta era una demanda que Compromís por Ontinyent, a través del portavoz y concejal Nico Calabuig, había trasladado a la directora general de Comercio de la Generalitat valenciana. Rosana Seguí. “No podemos decir que sea exclusivamente gracias a la gestión que hemos hecho, porque es una problemática que afectaba a todas las heladerías del Estado, pero toda piedra da pared y estamos muy contentos de esta decisión” explicaba quien es también concejal de Consumo en el Ayuntamiento de Ontinyent. Como informan desde Compromís, desde este sector se habían puesto en contacto con ellos para comentar su preocupación "por la prohibición de vender al público, mientras las grandes superficies sí están vendiendo los mismos productos".
De esta forma, Calabuig se ponía en contacto con la director general, ya la vez, Seguí trasladaba esta situación en una reunión con la secretaría de Estado de Comercio, Xiana Margarida Méndez Bértolo, representante del Ministerio, quien confirmaba que a partir de este lunes las heladerías podrían volver a su actividad. Eso sí, lo hará debiendo cumplir una serie de medidas de seguridad. "Lo más destacado de esta normativa de seguridad es que sólo podrá haber una persona por comerciante dentro del establecimiento" aclaraba Calabuig.
Después de que se hiciera pública esta gestión por parte de Compromís, algunas heladerías locales han agradecido a través de las redes sociales "la implicación ha tenido y el apoyo al comercio de proximidad".
PROPUESTA EDUCATIVA
Por otra parte, esta formación ha propuesto que el Ayuntamiento facilite el acceso del profesorado a los dossieres pedagógicos enviados al alumnado en estas semanas, a fin de poder corregirlos. El concejal Nico Calabuig y la Concejala Paloma Alberola han registrado la petición, dirigida al concejal de Educación, Óscar Borrell, a través de un escrito por vía telemática.
Calabuig, señalaba que “desde el Ayuntamiento se han repartido dossieres pedagógicos de los centros educativos para ese alumnado con dificultades de acceso a Internet o las tecnologías de la comunicación. Esta medida nos parece positiva, pero una vez que el material ha llegado a las casas y está siendo trabajado, consideramos fundamental buscar la fórmula para garantizar que sea devuelto al profesorado”. De la misma manera, Alberola apuntaba que “al igual que se ha podido establecer el reparto de los dossieres, pedimos que también se haga el camino inverso y ese material pueda ser recogido de los domicilios del alumnado, y devuelto al profesorado. Así, pese a las distancias físicas existentes, los docentes podrán corregir y evaluar las tareas y continuar el plan de trabajo”.