Petra y Santa Águeda, las primeras joyas de lo que será el Museo Campaner de Ontinyent

El Museo Campaner ya cuenta con las que serán las primeras joyas de la colección: Petra y Santa Àgueda. El Ayuntamiento de Ontinyent finalizaba ayer, miércoles 15, los trabajos de colocación en el criptopórtico del Palacio de la Villa de las dos campanas, retiradas años atrás a causa de fisuras en la estructura. Los trabajos han sido ejecutados por la empresa Electro Recamp y por el departamento municipal de Obras, bajo la coordinación del concejal Manuel Cuesta, con la supervisión de la concejalía de Cultura y la participación de la Colla de Campaners de Ontinyent. Con estos tesoros patrimoniales que suman valor en la ciudad, se responde a una demanda histórica de este grupo. Así, estos dos bronces antiguos, los primeros en constituir el embrión del Museo Campaner, verán la luz después de estar guardados en el almacén de obras de la ciudad.

“Se trata de dos piezas con valor histórico que estaban pendientes de tener una ubicación definitiva, que hemos pensado que puede ser muy adecuado en el Palau, donde tenemos prevista la creación de un museo campanero más completo, donde la colocación de éstas campanas es un primer paso. Petra se puede ver desde el exterior, al paso por el puente de Santa Maria”, explica Àlex Borrell, concejal de Cultura. El hecho de tener esta campana, junto a la de Santa Águeda, supone un reclamo para visitar el Palacio de la Villa, añade Borrell.

Dos campanas con un mismo destino

Petra pesa 1.489 kilos y data de 1881. Su nombre oficial es la campana de Jesús, Santa María. Los desperfectos que presentaba en 2009 eran de difícil reparación, por lo que se ha decidido que se mantendrá como pieza de museo. En el campanario de Santa Maria fue sustituida por un nuevo bronce. Estuvo un tiempo expuesta en la Casa de Cultura, Palacio de los Barones de Santa Bárbara, hasta que finalmente se recluyó en el almacén municipal. En cuanto a la campana Santa Águeda, conocida popularmente como Combregars, pesa 465 kg y data de 1941, pero desde la Colla de Campaners, piensan que es anterior por sus características y morfología. Pertenecía al conjunto de bronces de Santa Maria. Su destino es el mismo que el de Petra, puesto que fue retirada para convertirse en pieza de museo para que se pueda admirar.

Por otra parte, el criptopórtico, datado entre los siglos XVI y XVII, es un anexo al edificio central del Palacio de la Villa, que corresponde a la parte subterránea y que tiene una superficie aproximada de 170 m2012. Se acondicionó en XNUMX, adecuándolo y dotándolo de estabilidad estructural con la instalación de vidrieras de cara al río Clariano. Se recuperó con la intención de situar un espacio museístico, el de los Gigantes y Cabets, que finalmente se situó en la planta principal del Palau.