Una jornada celebrada el viernes en el Centro Cultural Caixa Ontinyent servía para dar a conocer un concepto tan “revolucionario y utópico a la vez”, tal y como lo definían los asistentes, como lo es el de la justicia restaurativa. Un modelo que plantea “romper con los modelos vigentes y plantear un nuevo paradigma que no esté basado únicamente en el castigo”, tal y como explicaba la juez del Juzgado núm. 1 de Instrucción de Ontinyent Erica García, promotora de esta jornada sobre 'Derechos humanos, delito de odio y justicia restaurativa'. La magistrada, que además es doctora en Derecho por la Universidad de Valencia, fundadora y presidenta de la Asociación Valenciana de Justicia Restaurativa, así como profesora de la Universidad Internacional de Valencia, abogaba por una “cultura de la paz, basada en la valorización humana donde se ayude a curar a la víctima, el agresor y la comunidad”.
La entidad bebe en la tradición cristiana que fue inspiradora de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, de la que se acaban de cumplir 74 años.
En la jornada estaban presentes profesionales jurídicos, funcionarios públicos y representantes de la iglesia local puesto que el objetivo de la iniciativa era dar a conocer los principios que promulga esta asociación que pretenden calar en los diferentes estamentos sociales.
En el horizonte, tal y como se puso de manifiesto, está puesto en marcha algunos proyectos piloto desde Ontinyent “con este paradigma nuevo en el que se implica a toda la comunidad”.
En la jornada participaron como ponentes Tomás Fernández Villazala, jefe de la Oficina Nacional de Lucha Contra los Delitos de Odio (Ministerio del Interior); Emilio José García Mercader, fundador y presidente de la Fundación de Victimología, criminólogo, doctor en Ciencias Sociales por la Universidad de Murcia y director de Proyectos de Investigación e Isabel Ibáñez Aparicio, jefe del Servicio de Gestión de Penas y Medidas Alternativas de Valencianas Penitenciarias) .