Cerca de 600 personas han visto en el Utiye la película de Carla Simó, Alcarrás, Hueso de Oro a la mejor película en Berlín y con 11 nominaciones en los premios Goya, sin que se llevara ninguna. Un filme que se proyectó durante tres semanas en 2022, por parte del cine club. La historia de una pequeña localidad rural en Cataluña, Alcarràs, y de cómo la familia Solé ve amenazado el cultivo de una gran extensión de melocotoneros en estas tierras ha captado la atención del público, con 589 espectadores en Ontinyent.
Otros títulos que le siguen en el ranking de las películas más vistas, de las 74 proyectadas en la sala del Utiye, son Cinco lobitos, con 259 espectadores, y Vasil, con 219.
Cinco lobitos ha cautivado con una instantánea sutil, muy realista, de lo que significa ser madre hoy sin dejar nunca de ser hija. Un brillante debut de la directora Alauda Ruiz de Azúa, que de las 11 nominaciones en los Goya, se llevó 3.
Por su parte, Vasil también está rubricada por una mujer, en cuyo caso la debutante en largometrajes Avelina Prat, con el aval de Isabel Coixet y de la Berlinale, un guión elegido entre 500 proyectos. La película cuenta la historia de un inmigrante búlgaro, interpretado por Ivan Barnev, que se gana el cariño de un arquitecto jubilado, Karra Elejalde, y de su familia, entre partida y partida de ajedrez.
También han tenido buena acogida de público en la capital del Valle de Albaida, la deliciosa Lunana, un yaque en la escuela, Un segundo, del mítico Zhang Yimou, entre otros.
El golpe que la COVID-19 ha causado en las salas de cine ha sido tan fuerte que las cifras de los espectadores todavía no han recuperado los niveles anteriores a la pandemia. No es sólo porque se prefiera pasar el tiempo al aire libre, o porque se ha impuesto la tediosa moda de hacer más largos los metrajes, dilatándolos por encima de las dos horas, sino porque el confinamiento trajo el impulso de las plataformas digitales, que llegaron para convertir el salón de nuestras casas en la sustitución, nunca igualable, de la gran pantalla y de la experiencia social del cine visto en común.
La caída de espectadores en las salas de cine también se ha notado en la del cine club Utiye, ubicada en Cineápolis El Teler. Los datos así lo avalan: año 2018: 8.871 espectadores; año 2019: 8.447 asistentes (424 menos); año 2020, irrumpe la pandemia: 3.777 espectadores; año 2021: 4.365 entradas y, año 2022: 5.676 espectadores, 2.771 menos que en 2019, 1.311 más, que el año anterior y con una media de 77 espectadores por film. La remontada ha empezado, pero lentamente.