Resistir a las drogas, aislados y sin acudir todos los días a 'Proyecto Hombre'

La dificultad es añadida. El confinamiento, durante las primeras semanas, se convirtió en el gran aliado para los usuarios que trabajan en 'Proyecto Hombre' de Ontinyent. "La imposibilidad de salir a la calle y buscar el consumo era un factor de protección", explica Cristian Climent, coordinador del Centro de Día situado en la finca de la Punteta. Sin embargo, con el paso del tiempo y la estabilización de ese confinamiento, han aparecido los problemas. "Emocionalmente han ido cayendo y cuyo grupo están mal ha ido en aumento", explica Climent.

RESILIENCIA
Con todo, el grupo resiliente que ha hecho frente a su situación personal sin poder asistir en persona al Centro de Día sigue batallando contra sus adicciones. De los 40 usuarios que se encontraban en activo al inicio del confinamiento, prosiguen 38. Solo dos se han descolgado de los tratamientos. Porque el trabajo del Centro de Día, con la dificultad de la teleasistencia, de las videoconferencias y del tratamiento virtual, sigue llevándose a cabo. “Hemos trabajado a diario, primero un trabajo de autoestima. El confinamiento era una oportunidad para estar solos, para la reflexión, para tratar de abordar sus cualidades positivas. Después, también hemos trabajado la prevención frente a las posibles recaídas”.


Cristian Climent explica que las personas que no han podido seguir este ritmo de tratamiento desde su confinamiento ha sido "porque todavía no habían consolidado su abstinencia".

MONOTONÍA
Si el aislamiento obligado por el estado de alerta sanitaria se convertía en aliado para romper hábitos y relaciones que pudieran conducir al consumo, con el paso de las semanas, ha aparecido la monotonía y el aburrimiento como principales enemigos. “En líneas generales, los usuarios nos sorprendieron por su capacidad para aguantar esa situación que estamos viviendo y que nos afecta a todos. Pero hay que tener en cuenta las características específicas de las personas con adicción, puesto que su gestión emocional es deficitaria, sus impulsos son más fuertes y, además, deben lidiar contra las expectativas de salir de sus casas. El confinamiento ahora es un factor de riesgo porque surge la tendencia a la rebelión”. Desde el Centro de Día también se trabaja con familias y usuarios posttratamiento.