Ricardo Úbeda Insa (Ontinyent, 2002) es estudiante del doble grado de Derecho y Ciencias Políticas y Gestión Pública de la Universidad Miguel Hernández de Elche. Sin embargo, hasta ahora, ha compaginado sus estudios universitarios con el proyecto 'Diálogo con la Juventud', una iniciativa de la Unión Europea que promueve el debate entre los jóvenes y la toma de decisiones desde el ámbito local hasta el comunitario.
Ricardo estuvo seleccionado para formar parte de la embajada de la Comunidad Valenciana, un órgano de representación en forma de asamblea, que en conjunto con otras comunidades autónomas busca “adentrar las problemáticas de los jóvenes en las instituciones europeas, o bien dando esquemas de políticas públicas concretas o materializando iniciativas legislativas para paliar problemáticas como la tasa de paro, la salud mental o la violencia de género”, explica .
Dicho de otra forma son el trampolín que hacen llegar la realidad social de las nuevas generaciones en el corazón de Europa a través de soluciones tangibles que emanan de las instituciones políticas. “Hicimos unas jornadas de formación y posteriormente los órganos de representación de cada comunidad nos juntábamos para debatir las medidas y ponerlas en común en un contexto global y, a partir de ahí trasladarlo en forma de enmienda al Parlamento Europeo ”, detalla el ontinyentí.
Una dinámica de trabajo que Ricardo también aplica al Consejo Local de la Juventud de Ontinyent, donde ocupa el cargo de tesorero, y que se materializa en iniciativas como el estudio Efectos covid-19 en la juventud ontinyentí. Un informe para dar voz a la población juvenil mediante encuestas y entrevistas, en las que se analiza el impacto en el ámbito sanitario, económico, social, físico, mental y educativo, publicado hace unos meses.
Pasión por la ópera
Aún así, este estudiante descubrió hace un par de años una nueva pasión más allá de la política: la ópera. Músico desde pequeño como percusionista en la Banda Sinfónica Todo por la Música, en 2018 se dio cuenta de que guardaba otro instrumento muy preciado, su voz. “Decidieron hacer una producción de la zarzuela Katiuska, la mujer rusa en Ontinyent, de la mano de Enrique J. Peidro Baldó, y requerían la presencia de alguien para que dijera dos frases. Participé y desde ese momento empecé a estudiar lírica”.
Aquella zarzuela marcó un punto de inflexión en la vida de Ricardo, desde entonces no ha parado de afinar su voz con técnica vocal, en estos momentos es bajo-baritón, y adentrarse en la disciplina de la musicología, la investigación científica y académica de todos los fenómenos relacionados con la música. Unos estudios que le han dado sus frutos y le han permitido formar parte de proyectos de prestigio como la ópera Carmen en el Auditorio de la Diputación de Alicante (ADDA). Una obra dirigida por uno de los directores de escena más reconocidos en el ámbito internacional, Emilio Sagi, así como la dirección musical de Josep Vicent, que ha contado con la participación de más de 150 artistas, convirtiéndose de esta forma, en la mayor producción que ha acometido este centro en sus diez años de historia. “Después del éxito que ha tenido vamos a hacer Carmina Burana el próximo 30 de diciembre”, concluye Ricardo