Samuel Martínez enfocó su futuro, como tantos otros, desde la perspectiva del pragmatismo. Estudió el Graduado Universitario de Educación Social. Y con su título se incorporó, posteriormente, al Proyecto Trébol, donde estuvo trabajando durante 16 años en esta iniciativa promovida desde la Mancomunidad de Municipios de la Vall d'Albaida. Su misión profesional se centraba en el acompañamiento a los pisos tutelados.
Todo parecía enfrentarse a una vida acomodada, con una rutina de trabajo y una seguridad laboral consolidada. Pero en el caso de Samuel no sucedió así. Samuel Martínez tenía mucho dentro un sueño de infancia, aquél que le recordaba su pasión, su interés y su casi obsesión por los trenes. Como tantos niños había crecido jugando y soñando con la conducción de aquellas máquinas. Incluso, en la etapa adolescente estuvo peleando la posibilidad de encarar sus estudios hacia esa salida profesional. Pero encontró demasiadas dificultades y obstáculos y lo dejó aparte. Durante un tiempo.
Lejos de dormirse para siempre, el sueño siempre estuvo vivo y palpitando su deseo de transformarse en algo real. Y la chispa que volvió a encenderlo todo salta en el 2022. “Convoqué un curso que empezaba en septiembre. Tenía 38 años. Era uno ahora o nunca”. Samuel Martínez se lanzó a atrapar su sueño. Consiguió una plaza en el Centro Europeo de Formación Ferroviaria de Valencia. Durante dos años estuvo combinando sus estudios con el trabajo en el Proyecto Trébol, algo que se extendería cuando llegó el momento de realizar las prácticas. Y en los últimos meses todo se ha acelerado. En abril del pasado año superó el examen del Ministerio de Fomento. Con su flamante diploma de maquinista, en julio se publicó la resolución que acreditaba su título. En septiembre superó un proceso de selección para la compañía de alta velocidad Iryo. En octubre se incorporó. Y desde diciembre conduce trenes que cubren las líneas entre Madrid y Barcelona, Sevilla, Valencia, Alicante y Málaga. Conduce un tren a 300 kilómetros por hora, con 500 personas a bordo. Con esta gran responsabilidad, Samuel Martínez se ha convertido en el primero, y de momento, el único conductor de trenes de alta velocidad de Ontinyent.