Se incrementan las violaciones y agresiones sexuales en el último año

El último balance de criminalidad publicado por el Ministerio del Interior no deja datos tranquilizadores respecto a Ontinyent. En general, según estos datos, la criminalidad convencional ha subido durante 2024 hasta un 8,4% respecto a 2023. Mientras que en 2023 se registraron 777 infracciones penales, en 2024 fueron 842. Una de las cifras que más aversión provoca es la que hace referencia a las agresiones sexual. Mientras en 2023 se registró sólo una, en 2024 llegaron a ser cinco, lo que supone un crecimiento del 400%. En cambio, el resto de delitos contra la libertad sexual descienden de seis a tres. Sin embargo, la suma de ambos ítems deja un incremento del 14,3% en los delitos contra la libertad sexual.

Cabe recordar que durante el 2024, El Periòdic d’Ontinyent informó de dos presuntas violaciones. La primera tenía lugar en febrero, en un domicilio. La víctima acudía al hospital para recibir atención y dentro de las investigaciones se detenía a un hombre de 35 años como presunto autor de la agresión sexual. El segundo caso tenía lugar en agosto, en el marco de las fiestas de Moros i Cristians. La Policía Nacional localizaba en el parque Mestre Ferrero a una menor que habría sido forzada a mantener relaciones sexuales no consentidas. La joven era trasladada a un centro sanitario y también se detenía a un joven de 18 años como presunto autor. Que el balance de criminalidad del Ministerio apunte cinco agresiones sexuales con penetración, no significa que sólo se hayan producido estos cinco casos. En España se denuncia una media de 14 violaciones al día, lo que supone una cada menos de dos horas. A esto habría que sumar todas aquellas agresiones sexuales que no se denuncian. Según EFE, con datos de una encuesta elaborada por el Ministerio del Interior, sólo el 8% de las víctimas que sufrieron violencia sexual fuera de su pareja la denunciaron.

Entre los motivos por los que estas mujeres decidieron no denunciar ante las autoridades las agresiones el 25,9 por ciento admitía que por vergüenza, mientras que el 20,8 por ciento apunta al temor a no ser creídas. El hecho de que los procesos judiciales se alarguen y provoquen una revictimización tampoco ayudan a que estas mujeres encuentren la fuerza para denunciar.