El Ayuntamiento de Ontinyent está ultimando los pliegos de un nuevo contrato que servirá para ampliar las electrolineras, es decir, los puntos de recarga para los vehículos eléctricos. La externalización del servicio busca también mejorar sus condiciones. En 2018, la ciudad contaba con un total de cuatro puntos de recarga, siendo dos de ellos en el casco urbano: uno en el parking del Regall y otro más en el parking de Paduana. La intención es desmantelar estos dos puntos. El de Paduana es ya inoperativo. Según fuentes municipales, con la nueva adjudicación, que se espera poner en marcha a finales de este año o principios del próximo, las electrolineras en el casco urbano se duplicarán.
Así, el planteamiento inicial prevé un total de cuatro. Dos estarían ubicadas en el barrio de Sant Josep, otra en Sant Rafel y otra en el Llombo. No sólo cambiará la ubicación de los puntos de recarga y se ampliarán, sino que además su uso dejará de ser gratuito. Tal y como explican las mismas fuentes a la licitación se tendrá en cuenta aquellas empresas que ofrezcan un precio beneficioso para el propietario del conductor, pero que sea también sostenible en el tiempo.
Cada una de las estaciones podrá dar servicio a dos vehículos a la vez, lo que supone, en total, ocho. Además, una de las cuestiones que se tendrá en cuenta a la hora de realizar la adjudicación del contrato será la posibilidad de ampliar los puntos de recargar hasta un total de ocho, lo que permitiría recargar hasta 16 vehículos a la vez municipio.