“Todo el dinero del mundo no paga el sufrimiento de mi familia”

Imagino que una noche, en la madrugada, cuando esté durmiendo tranquilamente en su casa con los suyos, a golpe de puerta derribada, oscuridad iluminada con armas provistas de láser y gritos de “Policía, policía!”, irrumpen en su domicilio decenas de agentes, le tumban en el suelo, hacen lo propio con su mujer, le ponen una bota en la cabeza para inmovilizarla, los atan con bridas y ocupan el hogar durante horas interminables de una pesadilla.
Exactamente esto es lo que ocurrió en casa de Mohamed Abu El Rub, español nacido en Jordania, afincado en Ontinyent desde 1996 y con una trayectoria hasta entonces de persona respetable y de referencia dentro de la comunidad islámica local el domingo 7 de febrero de 2016. “Todo el dinero del
mundo no pagan el dolor, el sufrimiento y el mal infligido en ese momento sobre mi familia”, concluye ahora.

Acusado de pertenencia a organización terrorista, financiación de grupos yihadistas y de blanqueo de capitales, la Fiscalía pedía penas de 23 años de cárcel y multas copiosas por estos presuntos delitos. Pero la pasada semana la Audiencia Nacional ha dictaminado a favor de Abu El Rub, absolviéndolo de todos los cargos. "Nunca ha existido el delito, no hay ni una sola sombra de sospecha sobre mí", ha afirmado Abu El Rub a este periódico.

SENSACIONES
Tras conocer el fallo absolutorio Abu El Rub no puede evitar sensaciones contradictorias. Por un lado la satisfacción porque queda a salvo su honor y reputación. "Es importante para mí y para toda mi familia". Para cerrar una etapa dolorosa de 14 meses de prisión preventiva y controles semanales en el Juzgado de Ontinyent donde debía acudir a firmar. Para recuperar su pasaporte y volver a estar libre de viajar. “No puedo vivir con el pasado frente a los ojos. El pasado queda atrás para poder seguir adelante”.

Sin embargo, tampoco puede evitar la sensación de “haber sido víctima y chivo expiatorio. Se nos utilizó ante la opinión pública para tapar problemas políticos del gobierno del PP en ese momento, presentándonos como terroristas”. Abu Ruf dice haber sufrido, “pero mucho más mi familia. En esta historia la verdadera heroína ha sido mi esposa. Sin ella no habría soportado el tiempo en prisión”. Quedan muchas cosas irreparables. El tiempo en prisión, irrecuperable. El daño en los medios. La imposibilidad de viajar a su Jordania natal para despedirse de su madre antes de que ésta muriera.

El gran perjuicio económico, con las cuentas bancarias bloqueadas, que obligó a que sus hijos, criados, educados e integrados en Ontinyent no pudieran continuar sus estudios universitarios. Y a ese listado hay que sumar el rechazo social. “Gente muy cercana a nosotros, cortó toda relación, dejó de hablarnos, de tener contacto… mis hijos vieron sus estudios interrumpidos, sus posibilidades laborales recortadas… mi familia ha sufrido mucho”.

FUTUR
Tras pasar por los penaltis de Valdemoro y Córdoba, Abu El Rub recobró la libertad tras abonar una fianza de 15.000 euros el 16 de marzo de 2017. Ha tenido que esperar cuatro años más para que la Audiencia Nacional, después de un juicio de casi un mes, haya dictado una sentencia en la que agrana toda sospecha sobre su persona. A partir de ahora Mohamed Abu El Rub quiere reanudar su vida. Sabe que "todo lo trabajado, lo conseguido durante años puede esfumarse en un solo día". Continuará su labor como intermediario internacional trabajando a caballo entre Ontinyent y Turquía. Asume que “mi modo de pensar ha cambiado, tengo menos amigos, soy más selectivo”. Y quiere, con esta publicación, que su honor y el de los suyos quede incuestionable.