Las celebraciones de misas presenciales en las iglesias de Ontinyent volvieron hoy. Y lo han hecho adaptándose a las nuevas circunstancias impuestas por la crisis sanitaria. En principio, se ha limitado el aforo al 30% y se han introducido algunos cambios en partes del ritual. La higiene y el distanciamiento se incorporan a la práctica religiosa en esta nueva etapa.
De entrada, tal y como señala un comunicado emitido por la parroquia de Santa María para regular este regreso “se podrá acceder al templo hasta completar el aforo autorizado en cada fase” que será de un 30% a partir de hoy, lunes. En esta misma línea se ha manifestado la parroquia de San José.
En principio, se intentará regular este aforo a través de voluntarios y con señalización de separaciones dentro del templo. Además, las parroquias seguirán las directrices tanto de las autoridades sanitarias como del Arzobispado por el que “se tendrá que ir con máscara y no quitársela durante toda la celebración” y “a la entrada del templo hará falta desinfectarse las manos con hielo hidroalcohólico”. Las pilas con agua bendita permanecerán vacías y deberán respetarse las distancias.
Pero los cambios también afectan al desarrollo de algunas partes del ritual. De esta forma, el gesto de la paz se realizará con inclinación de la cabeza, sin contacto personal. Y a la hora de la comunión, ésta se dará sin cánticos y en la mano. La colecta, en el caso de Santa María por ejemplo, se realizará después del oficio, a la salida del templo.
Se recomienda a las personas más vulnerables, mayores y enfermos, que no acudan por el momento a las celebraciones.