Sin duda ha sido una de las celebraciones del 9 de Octubre más emotivas de los últimos años en Ontinyent. El acto institucional en el que el Ayuntamiento de Ontinyent reconoce anualmente el trabajo de sus vecinos y entidades ha estado marcado por la ausencia de uno de los galardonados de este año, Juanjo Insa.
El pintor, conocido artísticamente como Rubiales, murió el sábado por la mañana, apenas 48 horas antes de recibir el homenaje que ya había anunciado el ayuntamiento previamente.
Pero Juanjo Insa ha estado muy presente en el acto celebrado en el patio del Palacio de la Villa donde se le ha dedicado un minuto de silencio antes de empezar. Después, su viuda y su hija han recogido, a título póstumo, el galardón otorgado en reconocimiento por sus méritos artísticos y por su trayectoria profesional como pintor que destacaba por su obra realista.
La celebración institucional del día de los valencianos ha contado este año con importantes cambios respecto a las últimas ediciones, incluso con modificaciones fundamentales desde que nació el acto. Porque, por primera vez, y con el consenso de todos los partidos políticos, se han suprimido, precisamente, las intervenciones que realizaban los portavoces de los grupos con representación en el plenario y, también, el parlamento final del alcalde. Todas las intervenciones se han unificado en un solo discurso, que también por primera vez y en nombre de la corporación, ha pronunciado el cronista oficial de la ciudad, Alfred Bernabéu.
En nombre de los premiados ha tomado la palabra la profesora Carme Agulló que ha destacado los méritos de todos los distinguidos y ha subrayado el carácter de Ontinyent como pueblo de acogida que sabe combinar el trabajo y los aspectos festivos, la tradición y la modernidad .
La nueva glorieta del Orútjol, en el barrio de Sant Rafael, ha acogido el fin de fiesta. Hasta ahí se ha trasladado toda la comitiva y acompañantes.