Sábado por la mañana. La calle Martínez Valls estaba transitada de coches y peatones, aprovechando la jornada estival. De repente, un vehículo "como si estuviera en una carrera", según los testigos, colisiona con un coche y le hunde toda la parte trasera.
La policía hace acto de presencia y el conductor kamikaze se ha dado a la fuga, continuando por Martínez Valls y hasta llegar a la avenida Daniel Gil.
Como sacado de una escena de película de acción, el conductor colisiona de nuevo contra otro turismo y, en este punto, abandona su vehículo para darse a la fuga, según fuentes consultadas. Es en este punto cuando los agentes le interceptan y le detienen.
Según explican fuentes oficiales, el detenido iba ebrio y drogado, según las pruebas que le practicaron, después de haber protagonizado ambas colisiones.
Las víctimas de la colisión se trasladaron al Hospital para ser reconocidos y evaluar si existían daños.