Ontinyent, visto bajo tierra, esconde muchos conocimientos y secretos que una ruta turística subterránea quiere sacar a la luz. De este modo, el programa de rutas turísticas de la ciudad crecerá con 'Descubrir el Ontinyent subterráneo', como se ha avanzado desde el Gobierno de Ontinyent y se ligará a la visita del refugio de Tortosa y Delgado, conociendo de una vez, un refugio civil y otro de una empresa.
Se trata de recorrer la galería de la barbacana, aprovechando que las obras del Pont Vell han dejado a la vista su apertura a la altura del río Clariano. Un pasillo que llega hasta el Barranquet y con una parada intermedia, a la que se accede por el callejón del Marqués. Esta entrada se remonta al año 1938, momento en el que la Junta Local de Defensa Pasiva le hizo construir como primer refugio antiaéreo durante la Guerra Civil que, según apuntan los investigadores, tenía una capacidad para 2.000 personas.
Precisamente desde este punto, hasta la salida al río, es el fragmento de la galería que se encuentra más interesante para su visita, por parte de los técnicos.
Rana, mascarilla y botas
La ruta incluirá el uso de elementos desechables, como una rana, unas botas y una mascarilla, como medida higiénica. El alcalde, Jorge Rodríguez, junto al concejal de Servicios Municipales, Manuel Cuesta y el técnico del área, Javier Fita, visitaban este pasillo para ver el estado del mismo y conocerlo de cerca. Una vez dentro, se gira a la izquierda, para dirigirse por el barranco que se cubrió, en dirección a la plaza Coronación, hasta llegar a la altura del centro de salud del Barranquet, donde se vuelve sobre los pasos dados , para dirigirse en dirección al río. En el transcurso del paseo por la barbacana, los visitantes se encuentran agua a su paso, que proviene de varios nacimientos. Al llegar a la altura del Porxet, se puede apreciar cómo el techo baja. Muy cerca se ve la luz al final del trayecto y se llega al Pont Vell.
