Vecinas ucranianas se ofrecen como traductoras para intervenir en los refugiados que llegan

“He puesto mi nombre y mi número de teléfono, acoger a familias no puedo porque la casa no es mía, pero si hace falta traducir o acompañar a la gente, donde necesitan mi ayuda allí estaré”. Éstas son las palabras de Anastasia Starodub, una vecina de origen ucraniano que se ofrecía esta semana al Departamento de Servicios Sociales como voluntaria para hacer de intérprete, en caso de que lleguen familias de refugiados a la ciudad.

Starodub llegó en 2017 a España cuando su hija tan sólo tenía cuatro años. Por entonces, huía del conflicto que estalló en el sur del país, concretamente en la península de Crimea. Vino a España con su padre y desde hace tres años se instaló en Ontinyent. Ahora teme por la vida de sus familiares.

Su hermano vive en Boyarka, a tan sólo veinte kilómetros de Kiev, por lo que les bombardeos y los tiros se escuchan cerca. No puede exir del país, está obligado a permanecer en él, al igual que todos los varones entre 18 y 60 años después de decretarse la ley marcial. “El lunes mientras hablaba con él por teléfono se escuchaban los temblores de la jardinería, las bombas caen cerca. Él me explicaba que por el zarandeo sabe si los explosivos caen lejos o cerca”, manifiesta.

Por el momento en la lista figuran dos nombres, así lo constataban desde el departamento de Servicios Sociales. “Tenemos una lista con dos mujeres voluntarias ya adscritas, si llegara a la ciudad algún refugiado, las llamaríamos a ellas”, comentan. Hay que tener en cuenta que en Ontinyent sólo hay censados ​​38 vecinos de origen ucraniano (22 mujeres y 16 hombres). Por lo que resulta importante encontrará a gente que hable esta lengua.

El ayuntamiento tiene todo listo para acoger

El ayuntamiento ya tiene preparado un plan de contingencia para que una vez dé el aviso la Generalitat, poder ir alojando a las familias que puedan llegar. Según el procedimiento que se ha habilitado desde el gobierno autonómico, existen distintos canales con diferentes formularios para los particulares, entidades sociales y locales, así como los agencias i instituciones que estén interesados ​​en acoger. Una vez estas personas tengan regularizada su situación, la Generalitat en base a las ofertas que le hayan llegado les asignará un municipio donde vivir.

En el caso de Ontinyent, a fecha de hoy no han recibido ninguna solicitud por parte de la Conselleria. “Estamos preparados, en el momento en que se dé el aviso desde Generalitat que viene una familia, nosotros nos pondríamos a trabajar”, ​​describen fuentes municipales. El departamento de Servicios Sociales no descarta establecer convenios de colaboración con entidades del tercer sector como Cáritas interparroquial o Cruz Roja Española Asamblea Ontinyent con la condición de agilizar este proceso. "Habría aspectos que estarían cubiertos a través de la administración, como el asesoramiento jurídico, mientras que otros podrían descentralizarse como el alojamiento o la alimentación", matizan.

El consistorio cuenta con el albergue Perú con una capacidad de 36 personas y totalmente acondicionado para el bienestar de los ciudadanos que puedan llegar. En ese sentido, podría tratarse de uno de los espacios disponibles. En los últimos días, algunos municipios de las comarcas vecinas como es el caso de Xàtiva ya han recibido a los primeros refugiados. Así lo confirmaba el ayuntamiento, después de que ucranianos empadronados en la localidad acogieran a familiares procedentes de la zona de conflicto. Lo mismo ocurría en elAlquería de Asnar (El Comtat), cuando a principios de esta semana llegaba una madre con su hija al municipio. El consistorio está trabajando para habilitarles una vivienda definitiva.