Vicent Muñoz, el fichaje de la compañía de danza de Nuremberg

Todavía no ha terminado sus estudios de grado profesional de danza clásica y Vicent Muñoz Amo ya lo ha fichado la compañía de danza de Núremberg, como aprendiz. A sus 18 años comienza a cumplir su gran sueño, que es dedicarse profesionalmente a la danza. “Estoy como en una nube, puesto que mi sueño era entrar en una compañía y la gran suerte es que me ha legado muy pronto, incluso antes de graduarme”, explica este joven.

Y no se trata de cualquier compañía ya que en 2018 fue guardonada como la mejor de toda Alemania por su trayectoria. El reto que aún ahora es poder compaginar ambas cosas: finalizar la carrera y su nuevo trabajo como aprendiz en Nuremberg, en la compañía dirigida por el español Goyo Montero, referente en este arte. “Mi papel como aprendiz consistirá en sustituir a alguien si falla o se lesiona, pero eso no quita que puedan contar conmigo para algún proyecto”, detalla el ontinyentí. A pesar de que su formación es de danza clásica, su andadura en Alemania le abrirá puertas a la danza contemporánea, que es por la que se decanta Vicent Muñoz.

Los inicios de este bailarín estuvieron ligados al funky, en la escuela de danza Masters. Según explica Mª Carmen Mompó, “pronto vimos en él a un bailarín, así que le propusimos que probara el baile clásico, ya que reunía las condiciones y contaba con la capacidad de esfuerzo que requiere esta profesión”. Con los años, empezó a destacar y atendiendo a sus aspiraciones por dedicarse profesionalmente a este mundo artístico tan complicado, desde Masters lo orientaron hacia la preparación en el conservatorio. “Queríamos que tuviera una formación específica y con su constancia ha demostrado que, a pesar de que es muy difícil dedicarse profesionalmente a la danza, quien sea un sueño lo consigue. Vicente es un ejemplo en ese sentido y nos alegramos de que lo haya conseguido tan joven”.

Ahora el ontinyentí dejará su vida en Valencia y pondrá rumbo a Alemania para dar sus primeros pasos profesionales. Para ello, también ha tenido que renunciar al Valencia Dancing Forward, donde empezó participando como oyente.

Aunque sabe que echará de menos a su familia, Vicent Muñoz está acostumbrado a vivir fuera de casa y es consciente de que comienza una etapa muy dulce, que puede ser el prólogo de una trayectoria muy satisfactoria.