El nuevo proyecto de parque inundable que va tomando forma en la Alfarería (ayer fue visitado por el vicepresidente de la Generalitat Hécor Illueca) obliga a replantear la situación del Matadero Municipal. Sobre todo porque la idea encaja en crear una zona de esparcimiento donde se potencie la vida social cerca del río.
La situación legal del Matadero Municipal tiene fecha de caducidad. Como servicio municipal cuenta con una licencia de concesión para su explotación de 10 años y que estuvo renovada en 2017 por otra década. Por tanto será en octubre de 2027 cuando expire esa concesión. Al Matadero le quedarían ahora mismo poco más de 4 años en la actual ubicación del edificio que ocupa al final del barrio de la Cantereria.
Desde el Ayuntamiento ya se ha manifestado la predisposición por negociar una rescisión anticipada del contrato y así librar el edificio del actual uso que mantiene. En el fondo se pretende que la nueva zona verde que está naciendo alrededor del río no tenga problemas por los malos olores que genera el servicio. En el futuro se plantea desmantelar las naves adyacentes y dejar sólo el edificio de referencia y así cambiarle su uso y convertirlo en un centro de interpretación natural del río o, incluso, se pelea la idea de dar -le un uso hostelero.