Se cumplen 100 años de la catástrofe del tren en Ontinyent

Fue uno de los sucesos más graves de todo el siglo XX en Ontinyent, una tragedia que marcaría a toda una generación y que se ha ido contando de padres a hijos. Fue, sin duda, la Navidad más triste.

Todo ocurrió la noche del 22 de diciembre de 1922 (el próximo jueves se cumplirán, por tanto, cien años exactos de la tragedia). Un tren militar con cerca de 500 pasajeros entre oficiales y soldados viajaba hacia Alcoy, en el Quartell Militar Alzamora (donde actualmente se encuentra el centro comercial). Venían de unas maniobras de varios días en Chiva. Al llegar a la estación de Ontinyent se comprobó que una de las máquinas no funcionaba correctamente, pero se decidió seguir el trayecto hacia Alcoy. Cuando el tren estaba a punto de llegar a Agres la máquina estropeada dejó de funcionar. Se decidió partir el convoy militar en dos. Una mitad continuaría, al menos hasta llegar a la estación de Agres, y la otra se quedaría esperando.

La fatalidad o la negligencia provocaron que en el momento de arrancar la primera parte del convoy patinara sobre los raíles y golpeara la parte trasera. Se rompieron las cuñas de piedra que se habían puesto para inmovilizar el tren y éste inició un descenso vertiginoso hacia la estación de Ontinyent donde chocó contra una locomotora. En el mismo momento se registraron 12 muertes y decenas de heridos (la cifra aumentaría días después).

Aunque ya era de noche, la gente de Ontinyent se movilizó para ayudar a las víctimas. Algunas fueron trasladadas al Sant Hospital. Otras fueron alojadas en casas particulares.

Por esta actuación de los vecinos y vecinas de la ciudad, dos años después, el rey Alfonso XIII otorgaría a Ontinyent el título de “Muy Caritativa”.

Este sábado El Periòdic d’Ontinyent inicia una serie de reportajes 'La tragedia del tren: 100 años después' para profundizar en lo ocurrido aquel 22 de diciembre de 1922.