Padre de una hija de 12 años y un niño de dos y medio. Trabajador procedente del sector textil. Pau Muñoz entró en la junta de fiestas de Moros y Cristianos de Agullent en 2006 y entre 2011 y 2014 ostentó la presidencia, en un tiempo en el que se tuvieron que abordar cambios. Y las modificaciones siempre provocan vértigo. Pero si se sale de manera airada y con cierto tufo a victoria sobre el problema, entonces se llama poderosamente la atención. Tanto que el alcalde Jesús Pla se fijó en él y lo incorporó a su candidatura, primero, y a su gobierno, después. Pau Muñoz se ha convertido en el nuevo alcalde tras su paso por la legislatura, cogiendo el relevo de Jesús Pla.
– ¿La sombra de Jesús Pla es alargada en Agullent?
– “Sí, en el buen sentido. Han sido tres legislaturas. Viniendo desde la oposición, logrando una primera alcaldía con pacto de gobierno y, después, con mayoría absoluta. Estas tres legislaturas de Jesús Pla han dado para mucho. Está claro que se ha sabido ganar a la gente en el día a día. Jesús ha sido un alcalde ejemplar y por eso ha estado tantos años y ha repetido triunfos electorales. En todo este tiempo, creo que ha existido una sensación generalizada de que el Ayuntamiento y el pueblo han funcionado”.
– ¿Es bueno tener aliados en Les Corts o el Consell como Jesús Pla o Rafa Climent?
– “Creo que es bueno no sólo para Agullent sino para la comarca. Ellos son aliados para toda nuestra comarca, porque conocen nuestra realidad y nuestras necesidades y porque representan una puerta abierta para llegar a las administraciones”.
– Lo que sucede en los pueblos es que cuando alguien destaca por hacer las cosas bien… a usted le sucedió con las fiestas de Moros y Cristianos, pero ¿cómo se acaba en política?
– “Bueno, la política siempre estaba ahí, dentro de mí, pero no había despertado. Durante mi etapa como presidente tuve mucha afinidad con Jesús Pla. Tenía mis simpatías pero nunca había dado el paso. Lo que me empuja es conocer a mucha gente y trabajar por el pueblo, para muchas asociaciones”.
– ¿Qué testigo le ha legado el anterior alcalde?
– “Su legado ha sido un Ayuntamiento saneado económicamente, con superávit. Pero creo que, por encima de todo, ha dejado algo que la gente valora mucho: un pueblo tranquilo y un Ayuntamiento que funciona”.
– ¿Qué sello personal viene a aportar Pau Muñoz en esta legislatura?
– “No tengo ninguna fijación porque las cosas están funcionando bien y así deben continuar. La continuidad ha de ser nuestra propuesta. Seguiremos dinamizando el pueblo social, cultural y económicamente. Eso sí, siempre hay que tener claro que el Ayuntamiento está para atender a la gente que viene a reclamar, a pedir que les solucionemos problemas. Y nosotros debemos estar para intentar ayudarlos”.
– ¿Uno de los pilares de esta nueva etapa seguirá siendo la industrialización del municipio?
– “Por supuesto. En Agullent la crisis económica afectó a las empresas textiles como en cualquier otro municipio. Pero, ahora, se observa como comienzan a remontar y a revivir. Las empresas vuelven a moverse. Y hay, de nuevo, empresas que quieren trasladarse a Agullent. Estamos recibiendo solicitudes para venir a instalarse en nuestra zona industrial. Y eso es, en parte, gracias a las importantes inversiones que se han realizado en los últimos años desde la Conselleria de Economia. Los cerca de 800.000 euros que se han recibido para mejorar nuestros polígonos nos han permitido reformar urbanísticamente y dotarlos de infraestructuras: aceras, viales, iluminación led, etc. Al Ayuntamiento le interesa que los polígonos estén llenos al 100% y todavía tenemos margen”.
– Aun sin tener presencia en el parque natural de Serra Mariola, se han unido a la asociación y superan las barreras comarcales y provinciales en torno a nuestro paraje más emblemático, ¿cómo está funcionando la experiencia?
– “Hace dos años que nos hemos incorporado. Era algo natural porque nuestros términos municipales, con Alfafara, con Agres, siempre han sido colindantes y ha existido una relación entre la gente y las familias toda la vida. Lo lógico es colaborar, cooperar, trabajar entre pueblos pequeños. Eso es vital. Esta alianza de pueblos la hemos enfocado desde el punto de vista turístico y es algo que va creciendo y que tiene futuro”.
– ¿Cómo le gustaría que fuera su último día en la alcaldía, dentro del tiempo que sea? ¿Cómo se imagina ese último momento antes de cerrar el despacho?
– “Me gustaría marcharme, cuando llegue el momento, con la sensación y la satisfacción de haber hecho bien las cosas. Me gustaría que la gente tuviera la impresión de que se ha realizado una buena gestión en el Ayuntamiento. Y me gustaría aprovechar todo este tiempo para situar a Agullent en el lugar que le corresponda”.