Las casitas están siendo, desde hace meses, pasto de los robos. El viernes pasado se produjeron “al menos 5 robos”, según vecinos de la zona, en diferentes viviendas ubicadas en el Camí de la Pòlvora i Camí dels Presos. Con estos, ya son 17 los robos que se han producido en casas de campo en los últimos cuatro meses.
Tanto en los últimos casos como en todos los que se han producido anteriormente, los ladrones tenían claro lo que buscaban: joyas y dinero. De hecho, en las viviendas atracadas han hecho caso omiso de aparatos electrónicos y tecnología que los propietarios tenían en sus casas. En todos los robos, los ladrones ponen patas arriba el interior de las casas objeto de las fechorías y aprovechan la ausencia de los propietarios para perpetrar el atraco.
Los afectados por los robos han comunicado al consistorio esta situación que les causa “impotencia” u se ha puesto de manifiesto “la escasez de fuerzas de seguridad para atender el diseminado de la ciudad, puesto que solo hay una patrulla de la Guardia Civil”.