¿Quién no conoce la cazalla? O por lo menos, ¿alguien de nuestro entorno que no la haya probado? A mi me parece que esta bebida o te gusta mucho o no te gusta nada, si hay un término medio como es mi caso pues, ¿por qué no maquillarla un poco?
El sabor del anís me atrae bastante pero la Cazalla me ha hecho pasar algún mal rato. Me lo pienso mucho antes de tomarla, por lo menos sola, que es a lo que nos dedicábamos hace algunos años, jajajaja!
En casa cuando llega la primavera y el buen tiempo siempre preparo este Limoncello, que está cargadito de Cazalla pero tiene un sabor muy bueno a limón. Como consejo diría que hay que tomarlo con cautela ya que entra muy bien y si no te das cuenta que cada vez estás más piripi!!!
Si no os gusta nada la cazalla y ni siquiera lo queréis probar podéis sustituirla por otro alcohol, siempre a tener en cuenta que cuantos más grados mejor, Orujo por ejemplo.
Es importante seguir bien los pasos de la receta y como herramientas imprescindibles debéis disponer de un embudo pequeño y un filtro de tela (Os puede servir una gasa) Con estas cantidades sale bastante, así que tened a mano botellines para rellenar.
Esta bebida es muy original para rellenar botellitas pequeñitas y hacerlas de detalle en comuniones, bautizos, celebraciones… es un detalle casero, económico y muy fácil de preparar, yo misma lo hice en la celebración del nacimiento de mi hija.
Ingredientes:
La corteza de 10 limones, yo los puse de mi limonero, cuanto más ecológicos más sabor.
1 litro de aguardiente (Cazalla) Zumo de 1 limón
1 litro de agua
800gr de azúcar
Quitamos la corteza de los limones y los guardamos junto a la cazalla en un frasco con cierre hermético y lo dejamos macerar 10 días.
Este paso es muy importante:
Después pasamos las cortezas y el alcohol por un colador aplastando las pieles del limón y añadimos el zumo de limón.
Con el litro de agua y el azúcar hacemos un ligero almíbar.
El almíbar se hace poniendo el agua a hervir con el azúcar, se remueve unos minutos y se aparta del fuego.
Juntamos el almíbar con el alcohol y filtramos por una tela fina y el embudo a una botella, cerramos bien y guardamos en frío.
Se puede tomar con hielos o en chupitos muy fresco.
Espero vuestros comentarios y vuestras recetas, igual que Rosa (Mi suegra) que se animó a probar la receta de Habas con sepia y me mandó la foto, le quedó súper buena y lo mejor es que les encantó. Aquí el resultado:
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Hasta la próxima!!!