Durante los últimos meses, España ha registrado varios episodios que han influido en la economía de mercado y ha puesto de manifiesto el impacto que tiene la ley de la oferta y la demanda en nuestro actual sistema económico, en los consumidores y en los propios fabricantes o empresarios. Sin embargo, aún hoy existe mucho desconocimiento sobre el funcionamiento de esta ley, por lo que vamos a explicar en qué consiste con dos ejemplos recientes que están afectando a las relaciones comerciales.
En concreto, vamos a incidir en dos temas que están de vigente actualidad. Por un lado, el sector de la agricultura, donde los productores han iniciado durante los últimos días varias manifestaciones para conseguir vender sus productos a un precio más elevado a los distribuidores. Por otro, el sector de la moda, un sector especialmente importante en España y que cada año gana más importancia en nuestro país.
Antes de nada, vamos a explicar en qué consiste la ley de la oferta y la demanda desde un punto de vista económico. Según la definición de la misma recogida por el portal economipedia.com, esta ley “es el principio que refleja la relación que existe entre la demanda de un producto y la cantidad ofrecida de ese producto teniendo en cuenta el precio al que se vende el producto”.
Esto quiere decir que el precio de un determinado bien influye tanto en el comportamiento del fabricante como en el consumidor. Entre los primeros, porque si el precio es rentable para ellos significará que fabricarán más, mientras que los segundos estarán dispuestos a comprar un determinado bien con más frecuencia si el precio es percibido como adecuado.
Con esta base teórica, podemos decir que la ley de la oferta y la demanda es la que permite identificar y saber cuál es el precio al que están dispuestos a vender un determinado bien un fabricante y el precio al que están dispuestos a comprar ese mismo bien un consumidor y, de este modo, alcanzar un punto de equilibrio.
Sin embargo, hay situaciones en las que se produce un exceso de demanda o de oferta o, por el contrario, una carencia de demanda y oferta que influyen en los precios. Esto es lo que vamos a ver con dos ejemplos a continuación.
Falta de oferta de bienes en la agricultura
La influencia que tiene la ley de la oferta y la demanda pudo verse claramente en el sector de la agricultura con las inundaciones del pasado mes de septiembre en la comarca de la Vega Baja de la provincia de Alicante, una de las áreas geográficas más importantes de Europa en lo que se refiere al cultivo de alimentos.
Así, tras las inundaciones, más de 4.000 hectáreas de la Vega Baja se vieron afectadas y toneladas de alimentos y cosechas se perdieron, provocando la oferta existente en el mercado diferentes alimentos fuera más escasa. Al haber una escasa oferta de alimentos, el precio de los mismos se incrementó. Es lo que sucedió con la producción de alcachofas cuyo incremento del precio también fue unido a una menor compra de este alimento por parte de los consumidores. Este tipo de casos es muy frecuente en la agricultura, ya que es un sector que está afectado directamente por episodios como la sequía, riadas, granizo,…
Como hemos visto en el ejemplo y tal como nos dice la definición teórica de la ley de la oferta y la demanda existe una relación directa entre la demanda de un producto y la cantidad ofrecida de ese producto teniendo en cuenta el precio al que se vende el producto.
Exceso de oferta en el sector de la moda
Ahora nos vamos a centrar en el sector de la moda y en el sector textil. En este caso, vamos a poner un ejemplo contrario al anterior, ya que lo que vamos a mostrar es un caso en el que existe un exceso de oferta por parte de los fabricantes. En concreto, vamos a analizar la situación que se produce todas las temporadas cuando se realiza un cambio de colección y las empresas cuentan en stock con miles de prendas de ropa que ya no están de moda y que, por tanto, quieren vender lo más rápido posible.
En estos casos, la actitud de los productores y de los consumidores es diferente a la del ejemplo de la agricultura. Por un lado, los empresarios se dan cuenta de que cuentan con un stock de producto que es poco interesante para el público debido a que es de “otra temporada”, por lo que para incentivar el consumo de los clientes bajan los precios y, de este modo, intentan sacar al mercado un producto que, de otro modo, tendrían que asumir y se registrarían como “pérdidas” al no poder vender.
Por su parte, los consumidores ven cómo una bajada de precios en estos productos hace que sean más atractivos para ellos, ya que están dispuestos a comprar esos bienes a cambio de hacerlo a un precio mucho más económico. Es decir, cuanto más barato es un producto más unidades se venden. Otra vez vuelve a verse reflejado como la ley de la oferta y la demanda vuelve a hacerse realidad en este ejemplo tan cotidiano en nuestros días.