El baloncesto es su afición y también su pasión. Y aunque una lesión en la rodilla la ha apartado de la cancha -es también jugadora del sénior femenino del Club Martínez Valls Bàsquet- no ha impedido que María López continúe con su afición desde otro rol, la de ser entrenadora. Su club la propuso para ser galardonada en la Gala de l’Esport. Un premio que para ella significa “un reconocimiento al trabajo y al tiempo dedicado al baloncesto”.
La joven de 19 años es la única técnica del equipo de entrenadores del Club Martínez Valls Bàsquet y lo lleva siendo desde hace dos temporadas. Esta que acaba de terminar ha dirigido al alevín masculino y ha sido una experiencia “positiva”, afirma, aunque añade, “en algunos momentos resultó un poco difícil, pero al final de temporada hemos conseguido hacer un buen juego y sobre todo hemos logrado que el conjunto esté unido y rinda”.
Esta es la mayor satisfacción de María como entrenadora, “la emoción y la satisfacción de ver que los niños están mejorando, disfrutando y aprendiendo con el baloncesto y es en parte gracias a que estoy contribuyendo a ello”, afirma. Esta estudiante de arquitectura, estudios que compagina con el baloncesto, conoce bien al Club Martínez Valls Bàsquet, pues se ha formado en su cantera. Este conocimiento de la entidad le ha facilitado su papel como entrenadora, “porque sé cuál es el funcionamiento del club, sus puntos fuertes, los aspectos a mejorar para poder dar la mejor versión de mi misma y ayudar al máximo a los jugadores que entreno”. Como entrenadora, María intenta transmitir “todo lo que tiene el baloncesto, que va más allá del juego. Lo más importante que nos puede aportar es el sentimiento de equipo y el esfuerzo que lleva superar las situaciones difíciles”, explica. Todo esto también lo aprendió de su etapa en la cantera de la que recuerda, “las tardes entrenando en el colegio, los buenos momentos vividos y el frío que pasábamos cuando jugábamos en invierno”.
Para María ser jugadora y entrenadora se ha convertido en un binomio inseparable, “si me dieran a elegir no sabría por cuál decantarme. Son aficiones que no puedo imaginar tener que renunciar”. Por eso, su intención es seguir entrenando y volver a las canchas en septiembre, “con la rodilla al 100%”, desea.