Begoña Ribera lleva 15 años viviendo en México aunque su ciudad natal es Ontinyent. El pasado viernes vivió en primera persona el terremoto clasificado por el Servicio Sismológico Nacional de México como de 8,2 grados en la escala de Ritcher y que dejó durante 3 minutos y 49 segundos a todo el país sin respiración.
“Todo se sacudía, las ramas de los árboles crujían y el suelo se movía”, relata Begoña. Esta ontinyentina vive en la ciudad de San Cristóbal de las Casas, donde “los daños fueron sobre todo materiales”. Begoña se encuentra bien y ha podido salir ilesa de este terremoto.
Todo el reportaje completo este sábado en El Periòdic d’Ontinyent.
Foto: Marcelo Pérez.