Una pareja ontinyentina busca ayuda para sus cuatrillizos

Como muchas otras parejas Manu Pérez y Paula Cruz buscaban tener familia pero los hijos no llegaban. Se sometieron a un tratamiento de fertilidad y, como suele suceder en estos casos, se gestó un embarazo múltiple. “Cuando fuimos a una de las revisiones nos comunicaron que se veían tres criaturas, pero yo dije: parece que hay cuatro”, recuerda Manu. “Nos quedamos a cuadros”, añade.

Tras la sorpresa inicial, se prepararon para un cambio radical en sus vidas. Sin embargo, el proceso del embarazo se complicó y, psicológicamente, les resultó muy duro. “Cada vez que acudíamos a una revisión nos decían que era muy complicado que aquello saliera adelante, que debíamos sacrificar la vida de dos de las criaturas. Nos presionaban para que abortáramos”. embarazo adelante Por convicción, por voluntad y por decisión, Manu y Paula tenían absolutamente claro que querían sacar adelante aquel embarazo múltiple, con todas sus consecuencias. Entonces, tomaron una decisión que daba un viraje al curso de las cosas. “Nosotros estábamos emocionalmente destrozados y muy desanimados, queríamos tener una familia, las cosas habían llegado así y queríamos afrontarlas. ¿Quiénes éramos nosotros para privar la vida a dos de esas criaturas? Esto seguro que hubiera sido algo que nunca me lo habría perdonado”, reflexiona Manu Pérez.

Contrariados con la atención y los consejos que recibían del centro hospitaliario valenciano, decidieron marchar a Madrid, al Hospital de La Paz. “Desde el primer día nos transmitieron positivismo y confianza en que aquello iba a salir bien. El trato que hemos recibido ha sido muy humano, desde los doctores, hasta el personal de servicio”.

PARTO CUÁDRUPLE

Finalmente, después de 31 semanas de embarazo, el 27 de diciembre pasado, el milagro de la vida se hizo valer y nacían tres niños: Lucas, Izan y Martín y una niña, Giselle. Fue un parto por cesárea de más de 45 minutos en el que intervinieron más de 20 facultativos. Las criaturas pesaron entre 1,600 kilos y 970 gramos y, de inmediato, recibieron la asistencia necesaria para que se agarraran fuerte a la vida. La pareja y sus hijos ha permanecido durante semanas en Madrid hasta que han recibido el alta médica definita. “Todo ha salido bien, los niños van formándose y ganando peso”, relata Manu.

ROPA, LECHE, MEDICINAS Y MÁS NECESIDADES

No les falta la ayuda de sus familiares, pero esta pareja ontinyentina afronta su nueva situación con un sueldo mileurista. Ahora, cualquier gasto imprescindible como las vacunas, se multiplica por cuatro. Por eso Manu y Paula buscan apoyo para hacer frente a esta etapa.

Las pequeñas cosas del día a día son las que más pueden lastrar una economía modesta que debe afrontar un salto cuantitativo que, ahora, se ha multiplicado por cuatro. Un bote de leche para preparar las tomas diarias cuesta alrededor de 13 euros. En cuatro días los cuatrillizos lo han consumido. Junto a la leche, los pañales, la ropa de vestir y de cuna, las toallas o las medicinas integran la lista de la compra y las necesidades que han de cubrir Manu y Paula. De momento, una empresa de textil infantil ya les ha proporcionado ropa de cuna y de arrullo. “Cualquier ayuda será bienvenida, sobre todo pensando en lo que necesitan los bebés”, exponen los padres de los cuatrillizos. Los interesados en realizar cualquier aportación pueden contactar a través del mail: manupc1@yahoo.es, un correo donde pueden expresar su apoyo.